España:
En la orilla donde el cielo se abraza al mar,
una gaviota alza su vuelo en libertad,
sus alas despliegan historias de hogar,
en cada aullido, un eco de soledad.
Desde las alturas, observa los sueños,
de quienes caminan por la arena dorada;
conoce los anhelos, sus risas y empeños,
y en su canto, la vida se siente narrada.
Un viento suave acaricia su plumaje,
y la gaviota danza en dulces giros,
cada ola que rompe, un nuevo paisaje,
donde el destino es amplio y la esperanza, un suspiro.
Recorre los horizontes, busca el amanecer,
pintando el cielo con trazos de luz,
en su canto, un mensaje que invita a creer,
que todo dolor encuentra su cruz.
Los barcos lejanos, espejos de historias,
navegan océanos de amores pasados;
la gaviota recuerda los días de gloria,
mientras el sol se oculta en abrazos dorados.
En la calma de la noche, su canto resuena,
melodía suave que calma las penas;
el oleaje murmura, formando una vena,
que une al corazón con las almas serenas.
Así, la gaviota sigue su viaje,
portadora de sueños y de paz infinita,
en su vuelo, descubre el verdadero paisaje:
la belleza de la vida que jamás se limita.
Por; Wendy Santiago
